¡Me encantan los Reese's!... No lo creo.

Bueno, personalmente, hay algo en la combinación de chocolate y mantequilla de cacahuate que no me resulta para nada tentadora, pero no voy a hablarles de eso.

El caso es que Hershey declaró el 18 de Mayo como Día Oficial de “Me encantan los Reese's” (I Love Reese's Day).

¿Porqué traigo al tema los chocolates en un blog sobre esclavitud moderna? Como ya lo comentó Amanda Kloer, el chocolate viene mucho al tema cuando hablamos de trata de personas.

Costa de Marfil es el productor más grande de cacao en el mundo (40%). La mayoría del cacao que se comercializa en la industria se cosecha ahí, donde se han documentado casos de trabajo forzado adulto e infantil. Hay un mercado constante de niños que son vendidos y comprados para usarlos como esclavos en las plantaciones de cacao. No tienen acceso a la educación ni a servicios de salud. No tienen acceso a horas de esparcimiento o a una alimentación decente. Trabajan jornadas largas día tras día, incluso más horas de las permitidas a un adulto en muchos países. Y algunos de estos niños declaran no haber probado jamás el chocolate, -vaya ironía, diría Alanis.

Hershey ha admitido que el cacao de Costa de Marfil está en su cadena de suministros. Esto significa que literalmente se utiliza mano de obra forzada infantil en la producción muchos de sus productos, lo que me da una razón más para mantenerme alejada de los Reese's (eso, y el asunto chocolate-mantequilla de cacahuate).

Sin embargo, otras compañías chocolateras como Mars y Cadbury se han comprometido a luchar en contra del trabajo forzado infantil en la industria del cacao, y hacen importantes esfuerzos por comprar cacao certificado del movimiento Comercio Justo.

Este es un claro ejemplo de cómo nuestras decisiones como consumidores contribuyen a la esclavitud moderna. Si Hershey se viera realmente presionado por sus consumidores al exigirle que actuara activamente en la lucha contra la explotación laboral infantil en la producción del cacao, seguramente consideraría erradicar la esclavitud de su cadena de suministros.

Y al contrario, al preferir los productos de Mars y Cadbury estamos enviando un mensaje claro: No soportamos la esclavitud en la producción del chocolate que compramos.

¿Quieres decirle a Hershey que tienes al menos una razón por la cual no te encantan los Reese's? Hazlo ahora, agrega tu nombre a esta petición.