lunes, 7 de junio de 2010

Semana de Gadgets, Minería y Esclavitud

En el estado de Zamfara, al norte de Nigeria, 160 personas han perdido la vida en los últimos seis meses, debido a una intoxicación con plomo vinculada a la industria minera ilegal de oro.
De estas 160 personas, 100 eran niños de al menos cinco aldeas de ese estado, en la región de Sahel, una zona de África sumida en extrema pobreza.

¿Niños en la extracción ilegal del oro? ¿Porqué no me sorprende?

En una región donde la extracción y venta de diamantes de sangre financia gran parte de los levantamientos armados y guerras civiles en diferentes países, ¿porqué habría de pensarse que los traficantes se limitarían a los diamantes?

Es conocido que algunos minerales que se extraen en África están manchados con el trabajo forzado adulto e infantil, terrorismo en la poblaciones donde se localizan las minas, asesinatos en masa por limpiezas étnicas, feminicidios y el uso sistemático de violación sexual de mujeres como arma de guerra.

Estos minerales, llamados minerales de conflicto o minerales de sangre, son: estaño, tantalio, tungsteno y oro. Después de extraídos de África, se procesan en Asia, donde se convierten en valiosísimos metales.
Seguramente te preguntarás que tienen de especial estos metales que tantos conflictos armados han causado para tener su control, y que tantas vidas han cobrado en su extracción, proceso y comercio.

Precisamente esto. Esto que tienes frente a tus ojos en estos momentos y gracias a la cual puedes leer este blog: la tecnología.
Las computadoras, teléfonos celulares, reproductores de mp3, cámaras fotográficas digitales, memorias flash, y en general todos los productos electrónicos utilizan estos metales en su ensamble y en sus componentes.

Nunca olvidemos que nuestras prácticas como consumidores determinan lo que sucede en otros lugares del mundo. ¿De verdad necesitamos ese último modelo de celular, o camára fotográfica? ¿El último “gadget” de moda para sentirnos realizados, contentos, satisfechos? ¿Y qué hay de la realización, contentamiento o satisfacción de los miles de esclavos que extraen estos minerales bajo la mirada dura y cruel de sus capataces, que con rifle en mano aterrorizan a todos a la redonda? ¿O qué hay de las miles de niñas y mujeres que han sido violadas hasta la muerte por estos grupos armados que controlan las minas?

Esta semana discutiremos los conflictos, las regiones, las piedras preciosas, los metales; todo a la luz de la perspectiva abolicionista. Acompáñame. Va a ser triste, va a ser chocante, va a ser cruel, pero así es la esclavitud, ¿o no?

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