Al servicio de Dios, ... Y de los Hombres, Mujeres, Niños y Niñas Víctimas de la Trata de Personas

Un grupo de religiosas de la ciudad de Posadas, en Argentina, llevaron a cabo ayer por la tarde una serie de actividades como parte de la celebración del Día de la Vida Consagrada.

Dentro de las actividades programadas, se instaló una carpa en la principal plaza pública de la ciudad donde se hizo una presentación multimedia acerca de la esclavitud sexual. También se distribuyeron folletos con información pertinente a la trata de personas y violencia contra la mujer.

Al respecto, la hermana Adela Fernández comentó: “Son deseos nuestros de seguir trabajando, donde la vida reclama, a favor de los que no tienen voz”.

En la lucha contra la Trata de Personas, son muchos los movimientos y organizaciones religiosas que están en las filas del ejército abolicionista. Si das click en las siguientes palabras conocerás lo que Católicos, Evangélicos, Musulmanes y Judíos, están haciendo para luchar contra la Trata de Personas, y sus posturas al respecto. Y éstos son solo cuatro grupos de los miles, que hay alrededor del mundo, donde la fe sirve de hilo para unir a las personas en favor del bienestar social de los más vulnerables.

Para quienes profesamos una religión, el tema de la Trata de Personas deberá llegarnos hondo.
Es una tema que abarca muchos de los otros grandes males sociales en sí mismo: pobreza, violencia, discriminación, falta de educación, delincuencia, drogadicción, machismo se me ocurren en este momento, pero estoy segura que podríamos agregar más a esta lista.

Especialmente aquellos que somos enseñados por nuestra doctrina a hacer el bien, a fomentar las buenas obras, a ver por el desprotegido y a suplir al necesitado. Especialmente aquellos que hemos experimentado amor y misericordia en carne propia, deberíamos ser capaces de dar amor y misericordia de igual manera, siguiendo el mayor ejemplo que se nos dejó.

Si hemos de predicar amor al prójimo, hemos de demostrarlo con hechos. Empezando por amar al prójimo nosotros mismos. No podemos pretender esperar que los demás actúen, mientras observamos desde afuera su amor en acción.

La causa abolicionista trabaja para liberar a los millones de personas esclavizadas actualmente, vendidas como objetos de dueño en dueño sistemáticamente.
El movimiento abolicionista es terreno fértil para tu contribución (tu tiempo, tus habilidades, tus recursos, etc.), ya que cada acción que aportes impactará directamente la vida de alguien que solo anhela disfrutar a su familia, trabajar con dignidad, ser dueño de sí mismo, en fin, vivir en libertad, como tú y como yo.

Dicen en la iglesia que mejor es dar que recibir. Hoy te invito: en nombre de tu fe, únete a las filas del ejército abolicionista. ¡Te necesitamos!