Clasificados: Escaparate De La Trata De Personas.

El pasado 3 de Septiembre, el gigante de los anuncios clasificados en línea, craigslist.com, suspendió su sección de “servicios para adultos” en el portal estadounidense del sitio. Esto significó una pequeña victoria para las miles de personas que durante meses protestamos y firmamos cartas exigiendo el cierre de la misma, lo cual ocurrió de manera oficial y definitiva dos semanas después. La razón de nuestra protesta es que la citada sección estaba sirviendo para “anunciar” a víctimas de la trata de personas para explotación sexual. (Casos documentados con la policía, de mujeres y menores de edad rescatados de la trata).

Esta situación no es exclusiva de craigslist. Otro sitio, backpage.com, ha sido demandado por una víctima y sobreviviente de la trata de personas, ya que el sitio fue usado por sus tratantes para explotarla sexualmente siendo una menor de edad (la víctima aun es menor de edad, así que su nombre no ha sido revelado para proteger su identidad). Por cierto, backpage se ha negado a cancelar la sección de adultos, lo que significa que menores de edad y adultos víctimas de la trata todavía están siendo vendidas a través de sus páginas. Por otro lado, geebo.com decidió voluntariamente cerrar y cancelar la sección “Anuncios Personales”, para eliminar cualquier posibilidad de que su sitio se use para comprar y vender seres humanos (¡eso es responsabilidad social!).

Los tratantes constantemente utilizan los anuncios clasificados para dar a conocer “su mercancía”.
El fenómeno no se da sólo en el mundo virtual. También la prensa impresa como diarios y revistas sirven a los tratantes para publicitar su negocio. Basta con hojear la sección de clasificados de cualquier periódico mexicano para encontrar anuncios de servicios sexuales. Esto representa un sustancial ingreso al medio impreso, ya que anunciarse obviamente no es gratis.

Pero, ¿cómo distinguir los anuncios de personas adultas que voluntariamente trabajan dentro de la industria del sexo comercial, de los anuncios de los tratantes que publicitan a sus víctimas? Simplemente no se puede. No se puede distinguir a simple vista. Es verdad, algunas veces los anuncios van acompañados de fotografías de mujeres visiblemente adultas, pero aun así, lo que pareciera ser una prostituta en lencería provocativa dispuesta a complacerte, puede resultar ser una victima de trata, forzada a posar de tal o cual manera. Las menores de edad también son forzadas a posar, y muchas de ellas pueden pasar como adultas. Y cuando son             o-b-v-i-a-m-e-n-t-e muy menores, entonces se usan ciertas palabras para identificarlas como nueva, chiquita, estrechita, sin experiencia, etc., de modo que aunque no se publique una foto, los consumidores pueden identificarlas.

Un asunto es, ¿hasta dónde los medios impresos son cómplices de los tratantes?
Numerosos testimonios se han recopilado de mujeres y menores que fueron vendidos por medio de anuncios clasificados. Los tratantes mueven a las víctimas de lugar en lugar, y en cada lugar que llegan hay clientes al teléfono respondiendo a sus anuncios. Poner un anuncio de cuatro días le puede redituar 50 clientes o más, por víctima, en la clandestinidad de una parada de trailers o un motel barato en la barriada de la ciudad. Y de ahí, a la siguiente localidad.

El otro asunto es, ¿hasta cuándo nosotros como sociedad seguiremos permitiendo que los tratantes utilizen nuestros anuncios clasificados para vender seres humanos? ¿Acaso somos ya tan insensibles, que no nos importa quienes se anuncian ahí y por qué lo hacen?

Para pensar.